Soy abogado recibido en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Tengo la política en la sangre y me exaspera la indiferencia ante temas que son públicos. La política trata de los derechos y recursos de todos y cada uno de nosotros. Si no nos ocupamos nosotros de ellos, otros lo harán, y así nos ha ido a los argentinos durante décadas por dejar nuestras decisiones en manos de los peores.
Desde pequeño, tuve una inclinación por los asuntos públicos. Estando en 7º grado de primaria, un maestro nos hizo escuchar el discurso de Isabel Perón en la ONU. Al día siguiente, mi madre reclamó por el accionar del docente al rector del Colegio Santa Rita de Montecastro. Este tipo de actitudes me formaron y me hicieron entender la importancia de involucrarse.
A principios de los 80, viví con mi familia en Liniers, donde una pérdida de gas secó un árbol en la entrada de nuestra casa. Después de enviar una carta al entonces presidente Leopoldo Galtieri, la pérdida fue reparada en menos de dos semanas. Este fue uno de mis primeros pasos en la defensa de los derechos de los ciudadanos.
Durante mis estudios en la UBA, a través de una carta al Correo de Lectores de “La Nación”, logré la remoción de una mesa del F.S.L.N. (Frente Sandinista de Liberación Nacional) que consideraba fuera de lugar. Esto me costó un “escrache” en la facultad, pero fue una experiencia que fortaleció mis convicciones.
En 2001, ante la renuncia de Ricardo López Murphy como Ministro de Economía, comencé a analizar el presupuesto nacional y descubrí varias “perlitas”. Así nació la saga “Yo Pago, Tú Pagas, Ellos Gastan”, que ya cuenta con 25 capítulos abarcando los gobiernos nacionales, provinciales y municipales desde ese entonces hasta hoy.
Con la obsesión de buscar información, creé la Base Argentina del Gasto Público, la más completa del país, abarcando presupuestos de los tres niveles de gobierno y más de 453 municipios. Todo con un único objetivo: hacer llegar a los argentinos cómo se gasta SU dinero.
